Jóvenes junto a una tumba

Pablo Fidalgo2
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Pese a ser dos textos —los editores lo anotan al final del libro— que conforman el guion de dos performances y que se publican sin anotaciones e indicaciones escénicas como poesía, existe un claro sabor lírico en Anarquismos [Por el medio de la habitación corre un río más claro] & Daniel Faria (Papeles mínimos, 2019). Pablo Fidalgo Lareo, su autor e intérprete, ha firmado ya varios libros de poemas y ha llegado a ser accésit del Premio Adonáis, por eso no sorprende encontrarse con versos como «Vuelvo a la alegría de sin justificación. / Vuelvo al lugar sin certezas. / Vuelvo al lugar donde no estáis. / Trato de situar vuestra ausencia«.

Con un tono entre lo narrativo y lo lírico —que ganará enteros en la acción—, Anarquismos propone una asunción de un presente derrotado por el propio presente, donde los jóvenes llevan las ilusiones en bolsas de plástico que solo sirven para alimentar la esperanza de un fin de semana y ya el domingo, cuando comienza a anochecer y la amenaza del lunes se cierne, recuerdan que «estamos presos de la pobreza y de la historia».

Los poemas de este Anarquismos se enlazan unos a otros como los eslabones de una cadena capaz de mover la maquinaria de la derrota. Un mundo antiguo se desdibuja en ellos: el de los amigos que se eligen como si fuese lo más importante y no hubiera más mundo y no existiera ya más nada que ellos; el de los errores cometidos que «qué va, no tiene importancia», pero se convierten en un bolo ansioso que impide tragar y «qué me está pasando»; el de un sexo que tampoco era exactamente lo que nos habían contado —si acaso alguna vez alguien nos habló de ello sin metáforas—.

Pero no: estamos mirando estos poemas desde un ahora que ya conoce el espejismo. Pablo escribe como si un rincón de su yo de ese momento quisiera salir y decirle a este que escribe ahora —más triste y más canoso— que cuando lo vivió era real, y que entonces el mundo era así, como lo construían esas manos más jóvenes y crédulas. Y tenía sentido, aunque ahora no.

Este texto, que se estrenó en el Centro de Experimentaçao Artística de Moita, en Portugal, en Octubre de 2018, fue interpretado, según la web del autor, por Ángela Millano, Cláudio da Silva y Rocío Berenguer. Y en sus últimas líneas dice: «¿Cuántas veces puede un hombre gritar: ‘Este soy yo’ y que nadie lo escuche? ¿Cuántas veces pueden los otros taparse los oídos? ¿Cuántas veces puede un hombre posponer decir quién es? ¿Hasta dónde puede extenderse ese límite? ¿Es posible que aún nadie haya pensado en un lugar para ti ni para tu manto?«. Preguntas que Pablo Fidalgo Lareo tira, como cuchillas mojadas, en un lavabo de barro.

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Silencio en la tumba de Faria

Daniel Faria es el título del segundo guion performático convertido en poema que Papeles Mínimos ha editado.

Google: Daniel Faria.

Es (fue) un poeta portugués importante. Un poeta que debería conocer y que escribió:

Podría haber escrito temblando, puesto que respiras tan lejos
Haber escrito con la sangre.
Podría también haber escrito las visiones
Si los ojos divididos en partes no sobrasen
En lo vacío de ceguera
Y luz.

Monje. Poeta. Fallecido a los 28 años. ¿Qué ausencia hace tan pequeña una biblioteca? ¿Y por qué es tan sonoro el pulso que tu obra hace en la de Pablo?

Fidalgo Lareo en el cementerio de un convento. Fidalgo Lareo ante una tumba. «¿Escuchas?», dice, pero allí no hay nada más que un cadáver, la sombra de un cadáver.

Si aquello era cadena, esto un rosario. «Un diálogo a muerte» que busca revivir al hombre, sacarle la muerte a versos del cuerpo y que huela a café y a otoño. Porque eso ocurre con aquellos autores que hacen nuestra biblioteca digna: que queremos arrastrarles a nuestro lado y conversar con ellos sin mirarnos, solo para aprender los tonos de su voz, las inflexiones, y luego leer sus poemas como ellos, descalzos de toda incertidumbre.

Y que su voz diga:

Desnúdate, no hay otro camino
Los hombres ven el pájaro
Lo ven inalcanzable, desean también volar
Yo los tengo comiendo en mi mano
Disculpa que haya pasado tanto tiempo desde mi última carta
Lo estaba pensando todo otra vez
No me dejaban escribirte y espero que esta carta llegue bien
Espero que no sea muy tarde
¿Cómo hace un nido un pájaro que no puede mantenerse en pie?
¿Cómo lo hace?
¿Cómo se arrastra, con quién habla, qué favores pide?
¿Cómo pide ese amor universal, ese amor material
Cómo dice necesito una casa para morir?
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