La música es el arte que más y mejor combina con las celebraciones sociales. Los tonos festivos de las tunas o de un mariachi juvenil de bogota se cuelan en aniversarios, comidas familiares, bodas y un sinfín de actividades en las que los tonos de las canciones populares ponen un broche ideal al encuentro.
La música popular une, invita al baile y al canto y es, por tanto, uno de los mejores ‘pegamentos’ sociales. Así lo demuestran agrupaciones como Mariachis Bogotá, un mariachi juvenil en bogota, Colombia, que han visto cómo el público cuenta cada vez más con ellos, especialmente en los últimos años.
Estos profesionales tienen un objetivo: “Como mariachi juvenil, tenemos la responsabilidad de preservar la música tradicional”, explican, “pero también de traerla al presente, actualizarla y combinarla con los temas que se escuchan hoy en las radios y las televisiones”.
El de mezclar los cantos tradicionales con la música actual es el gran objetivo de este tipo de proyectos. Así se construye una cultura popular rica, que no olvida su pasado y que, sobre todo, lo comprende y lo disfruta.
En el caso de los mariachis juveniles, estos están centrados en las serenatas mexicanas con temas tan conocidos y versionados como ‘Cielito lindo’, Las mañanitas’ o ‘El Rey’, composiciones que llevan a fiestas de todo tipo, proporcionando diversión asegurada.

La historia del mariachi
Hay que viajar unos quinientos años hacia el pasado para dar con el origen del mariachi. La llegada a las tierras centroamericanas de instrumentos españoles como la guitarra hicieron que la música popular de México se enriqueciera con sonidos de ultramar.
El peso de la música popular era mucho más relevante en épocas como el siglo XVI, donde están datadas las primeras ‘actuaciones’ de estos grupos que fusionaban la tradición indígena con las modas españolas.
Esto fue evolucionando hasta que en el siglo XIX, ya convertidos en algo parecido a lo que tenemos hoy, los primeros mariachis llegan a Ciudad de México a dar sus primeras serenatas. Poco a poco, este icono cultural se convirtió en una de las imágenes del país.
Durante el siglo XX, el interés por esta música y por los actos en directo de los músicos creció y surgieron muchísimos mariachis juveniles. ¡Y no solo en México! Todos los países de centro y sur América gozan de estos grupos, que también han llegado a España e incluso a otras naciones europeas.
Un ejemplo es el de Mariachis Bogotá. Estos músicos, valorados entre los mejores artistas tradicionales en la ciudad colombiana, conforman un grupo profesional y apasionado en el que los cantantes y los músicos han sido seleccionados con base en unos criterios de calidad muy exigentes.
El resultado es una propuesta profesional, que se ha ido puliendo con los más de diez años de experiencia de la agrupación y con una versatilidad que les permite adaptarse a todo tipo de eventos, perfiles de público, repertorios y gustos musicales.
Pocas cosas hay más divertidas y emocionantes que escuchar los primeros acordes de una guitarra, el guitarrón y la vihuela cuando se está en la sobremesa de un encuentro con grandes amigos y familiares. La fiesta, entonces, está por comenzar.