Yasmín C. Moreno (Madrid, 1993) es psicóloga y escritora. Ha publicado la novela breve Los días verdes en formato digital (Plataforma Editorial, 2014) y los poemario El beneficio de la enfermedad (Ártese quien pueda, 2014), Trema y Saudade (Amargord, 2016, 2019).
La autora ha participado en la antología Acaso esta atrocidad es el centro de todo (Stillness and Blood, 2015) y en las plaquettes Kérkira y No eres consciente. Además, ha publicado poemas en antologías digitales como Tenían veinte años y estaban locos, Animalario o Ciudades Esqueletos.
Sobre ella he escrito en Zenda: «Pese al asunto central, sus trabajos son un pecho en el que aovillarse. No hay víscera que asquee; no huele a muerte, sino a almizcle; los tajos en la piel no sangran, supuran recuerdos, memoria, árbol genealógico. Por eso el lector cae atrapado en la lectura, y abandona su ser y, de nuevo, se observa desde lejos, en un sutil plano picado, mientras por sus manos, ante sus ojos, pasan versos que despiden un calor como de interior de pajarillo herido. El vuelo de una mariposa hacia la boca de un volcán en erupción«.
Cuatro poemas de Yasmín C. Moreno
1
Nacer
ese verbo luminoso que consiste en
engancharse y desgarrarse
de pececillos al útero
como anclas
El tajo necesario el terciopelo del moho unas
cuantas ramas en los pulmones
Cómo se ahuecó mi pecho
la primera vez que oí decirlo,
Madre.
2
Como un enfermo terminal que resiste
la cuerda tensa que le ata a la vida
así agradecía yo el milagro de nuestro encuentro.
Todo comenzó
y terminó
con unas décimas de fiebre y una frente
La primera palabra que oí de ella fue: hoguera, y la última: hoguera
Manos agitando su abstinencia
en ese colgar en la clavícula
los corales de la despedida
3
Saudade:
poema – umbilical
árbol cincelado letra a letra
de raíz a copa
El amor es algo que se hace con las manos
Y el poema todo aquello que se riega desde los labios
4
La herida antecede a la sangre
como la sangre antecede a la espuma
como la espuma antecede al sexo
como el sexo antecede a
la espina
como la espina antecede al trema
como el trema antecede a la locura.
Y la locura.
La locura antecede a la herida.
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