Lo ha logrado. José Manuel Pérez Lucas ha conseguido construirse por dentro para ejecutar Contra-estructura, una exposición que, sobre todo, reposa en la argamasa del tiempo. Y es que el artista nacido en Cieza ha tardado casi una década -con un periodo largo de inactividad- en sacar adelante una serie de obras pictóricas y escultura en la que reflexiona sobre los conceptos de estructura.
Filosofía, poesía y contemplación se esconden en el fondo azul de cada obra, que danzan entre el pequeño y el medio formato, y que no son más que cárceles estructurales que pueden ser origen, base firme e incluso prisión mental. Es la Galería Efe Serrano la que acoge esta muestra que se podrá visitar hasta el próximo 27 de junio.
Un trabajo que nace del impulso interior
Pérez Lucas es honesto: pintó hasta que tuvo qué pintar. Cuando el silencio reinó en su cabeza creadora dejó que pasara el tiempo y guardó las obras ya realizadas en una carpeta. Después, cuando llegó de nuevo la inspiración, volvió a enfrentarse a los grises con los que ha creado estas estructuras en las que se esconde toda una declaración de intenciones sobre lo que para él significa el proceso creativo.
El ciezano defiende ese arte que invita a la reflexión y al diálogo interior. El que suscita dudas y hace germinar las preguntas. No se trata de belleza visual, sino conceptual. En Contra-estructura, José Manuel Pérez Lucas quiere que el que visite la galería debata sobre los pilares en los que se asienta su propios valores y cultura, que trate de escapar de las prisiones de lo cotidiano y que, sobre todo, se pierda en un infinito: el del cuestionamiento de todo lo real.
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