Se trajeron el triunfo de la sala de conciertos más famosa del mundo: la Musikverein, donde cada enero la Filarmónica de Viena interpreta el concierto de Año Nuevo. Con las manos incendiadas de música, once jóvenes de la Región participaron y ganaron el festival internacional Summa Cum Laude de Músicos Jóvenes junto a la Orquesta de Jóvenes de la Provincia de Alicante (OJPA), que dirige Francisco Maestre y de la que todos forman parte.
«Tocar en esa sala impresiona», sentencia Beatriz Jiménez, con su adolescente voz de dieciséis años recién cumplidos, dulce y sobrecogida por la experiencia. Las emociones atropellan sus explicaciones, que suenan entrecortadas al otro lado del teléfono: «Hice las pruebas a la orquesta de Alicante y me llamaron cuando una plaza de oboe quedó vacante… Para el festival de Viena empezamos a ensayar el primer fin de semana de junio. Trabajamos muchísimo y ganar fue impresionante, aunque solo el hecho de tocar allí ya fue como hacerlo», apunta, haciendo del tópico de ‘lo importante es participar´ una verdad absoluta, irrefutable, vivida.
La ciezana forma parte de una decena de músicos murcianos que invierten su tiempo y dedican un importante esfuerzo para lograr su objetivo de pasar toda su vida entre partituras. Lo reconoce María Molina, de Blanca: «La música es dedicación, esfuerzo, sacrificio. Hay que estar al pie del cañón».
"Esta es una actuación bestial para nuestra trayectoria, un sueño cumplido", afirma uno de los músicos que triunfó en Viena. Clic para tuitearEsa perseverancia es la que consiguió que estos jóvenes de Blanca, Murcia, Jumilla, Abarán, Molina, Yecla y Cieza se impusieran junto con el resto de componentes de la Orquesta de Jóvenes de la Provincia de Alicante, a las de Suiza y Dinamarca en la categoría de agrupaciones sinfónicas.
Un hito que, más allá del orgullo personal, supone una excelente presentación en el currículum de los intérpretes. «Esta es un actuación bestial para nuestra trayectoria», explica el trompeta Alejandro Molina, quien afirma que «el ir allí ya es un sueño cumplido» y relata, con cierto tono de envidia, la forma en la que los austriacos respetan la música clásica: «En Viena, ser músico es como aquí ser médico. Se trata de una profesión muy importante, y eso se agradece».

No lo esperaban, y la noticia de que habían conseguido el primer puesto llegó mientras cenaban reunidos en la capital de la música clásica. María lo recuerda de manera nítida: «De repente fue una explosión. Llantos, chillidos, abrazos… todo lo que suele ocurrir en esas ocasiones».
Obtener el primer puesto en el Festival supone, además, que la Orquesta de Jóvenes de la Provincia de Alicante vuelva a Viena el próximo verano y participe en las actividades que darán como ganador a una nueva agrupación.
El premio de estos murcianos será el de regresar a esas históricas salas, afinar sus instrumentos y, bajo las órdenes del director Francisco Maestre, hacer lo que mejor saben: música.