Consejos para enviar un libro a una editorial

Una de las grandes ilusiones de los autores en España es firmar un contrato con una editorial tradicional. Y no se trata de que su libro salga en sellos como Planeta o Grijalbo: actualmente existen muchísimos proyectos independientes de mediano o pequeño tamaño que acogen textos de muy diversos estilos.

Dicho de otro modo: aunque acceder a la edición tradicional es complejo, no resulta imposible.

Eso sí, puedes ponértelo más fácil a ti mismo si sigues algunos consejos a la hora de enviar las propuestas editoriales. El objetivo es que los editores miren con atención tu texto y, para ello, debes invertir tiempo y dedicación a cada propuesta.

El contexto editorial

No importa el tamaño de la editorial: todos los sellos tradicionales reciben, mensualmente, muchas más propuestas de las que podrían publicar en, al menos, un par de años.

Si un proyecto editorial publica, por ejemplo, diez libros al año, lo normal es que reciba al menos 100 propuestas de media al mes. Esto se traduce en un filtro muy exigente y competitivo en el que destacarse no es fácil. Los editores tienen que invertir mucho tiempo en evaluar propuestas y muchas acaban descartadas por no ajustarse a los criterios de envío de manuscritos.

Preparar una buena propuesta no asegura la publicación, pero sí eleva las posibilidades de que se lea tu libro con más atención. Además, seguir estos consejos para editar en España también te evitará malgastar el tiempo y recibir desilusionantes respuestas negativas.

Consejos para enviar manuscritos

Dividiremos los consejos para enviar manuscritos en dos tipos diferentes. Por un lado, estudiaremos cómo preparar los documentos y, por otro, a qué convocatorias enviarlo.

Convocatorias de editoriales

Editoriales grandes, medianas y pequeñas están en constante búsqueda de manuscritos. Esto está relacionado con un error muy común de los autores: el envío indiscriminado de propuestas a cualquier sitio.

Como editor, una de las cosas en las que invierto más tiempo es en borrar del correo de Adel Editores propuestas que no van a ser evaluadas. Los motivos son muchos, pero lo más común suele ser que nos llegan textos de géneros que no trabajamos.

Estudiar el tipo de editorial al que concurres con tu manuscrito hará que tu propuesta encaje perfectamente con el sello y que el editor no se lleve el mal sabor de boca de encontrarse una novela adaptada para el público juvenil cuando solo edita narrativa intimista o poesía.

Los plazos de entrega

No cumplir los plazos de entrega es, en general, una pérdida de tiempo. Si una editorial no tiene la convocatoria abierta, no mirará tu correo con tu manuscrito, por lo que estarás invirtiendo trabajo e ilusión en algo que no te va a dar ningún fruto.

Por lo general, estos correos acaban directamente en la papelera de reciclaje y sin que el autor o la autora reciban ningún tipo de comunicación. Además, genera una mala sensación en el editor, que se da cuenta de que la persona que ha enviado la propuesta ni siquiera ha leído o respetado sus condiciones.

Los envíos masivos

Esta es una cuestión de imagen. Como editores, entendemos que los autores también tienen que economizar tiempo y, por supuesto, probar en varios sellos. Sin embargo, en muchas ocasiones llegan emails en los que aparecen las direcciones de 100 editoriales más.

Esto, como digo, no tiene nada de malo: lo sabemos y lo respetamos. Sin embargo, por otro lado demuestra que el autor no tiene un filtro a la hora de buscar editorial, que le da igual «la que sea», y esto no suele gustar.

¿El motivo? Especialmente en los sellos pequeños y medianos, se busca construir un relato a través de los distintos libros. Por ello, existe una especie de relación estrecha entre los autores y los editores: ambos plantean la literatura desde un mismo ámbito, creen en la edición de la misma manera, respiran, en fin, el mismo espíritu…

Si el autor ha elegido la editorial simplemente porque salía en una lista de Internet, entonces esa relación será más difícil de construir.

Preparar bien el correo

Al igual que conviene descartar el envío masivo, es recomendable personalizar todo lo posible el correo. Redacta tu escrito de presentación, explica por qué te interesa esa editorial y por qué tu libro es perfecto para ella.

Haz que el editor o la editora sienta que deseas publicar con ellos, que crees en su proyecto. Para eso, prepara con mimo tu envío, adjunta todos los documentos que piden correctamente, incluye tus datos, etc.

Una advertencia: ve al grano. Muchos autores se pasan también con esta intención de demostrar interés y escriben correos interminables que el editor no puede leer. Como se suele decir, en el término medio está la virtud.

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Consejos para preparar tu manuscrito

Con todo lo anterior en mente, llega la hora de mirar al verdadero material de interés del envío: el manuscrito.

Sobre el envío de manuscritos a editoriales podríamos hablar largo y tendido, pero destacaré aquí algunas de las prevenciones principales que debes tener en cuenta

Adapta el envío a editoriales

Si la editorial pide manuscritos completos y terminados, envíales justo eso. Si lo que prefieren es una pequeña selección de texto, elige lo que más representativo te parezca y envíalo; si quieres un pequeño resumen, simplemente prepáralo y adjúntalo al email.

Me he encontrado ya varias escenas como esta: «Sé que pedís diez páginas, pero creo que mi novela la debes leer entera»; «Aunque queréis una selección pequeña, os envío el libro completo porque se entiende mejor»… En estos casos, lamentablemente, no se cumplen las bases. Por eso, estas propuestas suelen quedar fuera directamente.

Mira qué pide cada editorial para publicar con ella y adapta el texto a lo que piden, de manera que el estudio del proyecto por parte del editor sea posible.

Cuida la ortografía

Las editoriales tradicionales corrigen y tratan de mejorar el manuscrito con la colaboración de los autores. Sin embargo, esto no quiere decir que no haya que repasar el manuscrito todo lo posible para que este tenga una apariencia pulcra y un lenguaje cuidado.

No pasa nada porque se escape una falta o haya alguna oración carente de sentido; sin embargo, sí es bastante difícil trabajar con un manuscrito que, claramente, no se ha corregido.

En este punto, se recomienda siempre pasar el texto por las manos de un corrector profesional que pueda evaluar tu trabajo de manera objetiva y encontrar todos los puntos débiles de la redacción para ayudarte a mejorarla.

Editores a la carta.

Suma valor añadido

Siempre que la editorial te permita incluir material adicional, puedes aportar informes de lectura que justifiquen el valor de tu texto, imágenes que te hayan inspirado o libros ya publicados con los que creas que tu libro pueda establecer vías de diálogo y reflexión.

Estos recursos, siempre que sean aceptados por la editorial, suelen dar contexto a los responsables y ayudarles a abordar el estudio del manuscrito de manera más ágil y consciente.

Estos son los principales puntos que un autor debe trabajar antes de enviar su novela a editoriales.

Habitualmente ayudo a los autores que se ponen en mis manos para la corrección y preparación de su texto a preparar todo esto y a buscar un sello en el que verdaderamente puedan encajar. Si estás buscando un sello tradicional para publicar y necesitas ayuda, no dudes en ponerte en contacto conmigo.

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2 comentarios

  1. Tengo obras totalmente terminadas de ensayo, cuento, narración, poesía, novela, etc.
    Cuando miro una convocatoria, envío mi obra y ya tengo publicadas más de 2,500 obritas.
    Ahora lo que me encantaría es publicar un compendio de cuentos, un poemario y, desde luego, una novela.
    No cuento con dinero para un corrector, el Covid anuló mi entrada monetaria. Ahora dependo económicamente de mi hijito, quién me da todo lo que necesito y algo más. No, ya no manejo dinero, tengo 89 años.
    ¿Podrían aconsejarme en cuanto a publicar una obra grande?
    Agradecida y abrazo cordial y respetuoso, le envío.
    HINA FINCK

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