El rostro materno de Al-lâh

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El Islam no es machista per se, pero sí surge en en contexto de una sociedad patriarcal, que toma el poder y utiliza los preceptos de esta religión para imponer al hombre sobre las figuras femeninas. Esta es la tesis que defiende Abdennur Prado en El rostro materno de Al-lâh (Editorial Cántico, 2022), un ensayo que la editorial cordobesa publica en su colección Luz de Oriente y que pretende encender un debate que, defiende el autor, parece no interesar en Occidente.

El escritor de este texto es un estudioso del Islam y está implicado en la difusión de su cultura, además de fomentar el diálogo interreligioso. Por eso, lo que el lector tiene entre manos al tomar este ensayo del estante es un trabajo complejo, plagado de referencias y, sobre todo, que abre más interrogantes y plantea más posibilidades que soluciones.

¿En busca de una definición?

Consciente de lo complejo que resulta siquiera el hecho de definir un feminismo islámico, cuando puede haber tantos como culturas y territorios donde la mujer defiende su valor social, Prado solo trata de hacer una fotografía incompleta de la realidad actual de estas iniciativas, que en esencia pretenden releer el Corán desde un punto de vista no patriarcal: «Llegamos a la necesidad de un feminismo islámico entendido como un movimiento esencialmente plural que reivindica la posibilidad de alcanzar la justicia entre los sexos en el marco del islam», explica en las primeras páginas del trabajo.

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Lo que sí tiene claro Prado es que, dentro de este panorama de difícil definición, sí que se pueden marcar unas pautas comunes: «Se trata, mayoritariamente, de una iniciativa emprendida por mujeres musulmanas en contextos diferentes que no quieren abandonar su tradición y rechazan el machismo y el sexismo imperante en la mayoría de sociedades musulmanas». Y añade: «Este movimiento considera que se ha producido una degradación de la tradición islámica y una tergiversación del Corán y de la praxis profética». Este último punto es, tal vez, la tesis más importante del El rostro materno de Al-lâh desde el punto de vista del lector occidental que, desconociendo los textos originales y la historia de esta religión, podría achacar la situación actual de la mujer en algunos territorios islámicos a esta.

Interpretaciones antipatriarcales del Corán

Abdennur Prado divide su ensayo en cuatro partes que permiten al lector hacer un recorrido histórico por el Islam hasta nuestros días. En un primer bloque, el pensador expone aquellas situaciones que han privilegiado la figura del varón sobre la de la mujer debido al momento histórico en el que surge esta religión. Inmediatamente después de esto surge la respuesta: nacen movimientos feministas con el objetivo de revertir esta situación.

La tercera parte de El rostro materno de Al-lâh es quizá la más interesante desde el punto de vista del discurso: aquí Prado lleva a cabo un análisis de las principales interpretaciones antipatriarcales del Corán. En esta amplia sección del trabajo pueden encontrarse incluso invitaciones a realizar «no ya una interpretación favorable a las mujeres, sino a (vivir) la experiencia de la revelación desde la feminidad».

Finaliza el repaso a esta realidad islámica con el estudio de la obra de Ibn ‘Arabi desde la mirada feminista. Así, llega a conclusiones que ofrecen un nuevo marco para la religión islámica: «El feminismo islámico es el islam en sí», asume Abdennur Prado en las últimas páginas del libro, en las que invita a entender el Corán no como un código jurídico, sino como «una revelación, (…) una guía» para comprender que «lo esencial es comprender y sentir el vínculo interior: la fuerza matricial que hay en nosotros y que nos une a lo divino»; y que esto no tiene nada que ver con el género de la persona que se acerque a él.

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